La Reseña: 11:11 Maluma
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11:11
Maluma
2019, Sony Music Latin
El
viernes pasado llegó a mi teléfono una notificación del nuevo disco de Maluma,
así es, he estado escuchando reggaeton últimamente, lo admito, pero jamás había
escuchado un disco completo de un mismo reggaetonero, así que esta vez decidí
darle una oportunidad al buen Maluma baby, hasta ahí todo normal, el reggaeton
solo lo escuchaba con fines recreativos, pero está vez, aprovechando este
espacio en el que juego a ser experto analista musical, pensé que sería un
experimento interesante tomar este nuevo disco para analizarlo con mis
limitados conocimientos de músico mamador. Cabe aclarar que no sé lo que va a
pasar, esto lo escribo antes de analizar a fondo el material, y no quiero caer
en el lugar común de muchos músicos que descalifican este género sin grandes
argumentos, y tampoco quiero ser este crítico que sólo habla mal del reggaeton
por ser misógino y demás. Trataré de ser tan objetivo y profesional como mi
nivel de mamador me lo permita. Dicho lo anterior, es momento de comenzar.
Cuando
el reggaeton llegó a mis oídos por primera vez, yo era pequeño como para
distinguir el bien del mal, solo sabía que era música y ya. Ya a una edad más
consciente, exactamente en mi primer año de prepa, escuché mi primera canción
de lo que hoy conocemos como reggaeton, la canción 'Gasolina' de Daddy Yankee.
Mi primer reacción fue de repudio, pero esto muy influenciado por el prejuicio
colectivo, pero algo dentro de mi decía”ve como mueven las nalgas" y de
forma inconsciente mis nalguitas también querían moverse, pero se los prohibí.
Ya en la universidad llegaron por casualidad un par de canciones de Wisin y
Yandel, que conserve en mi iPod (como lo extraño) como gusto culposo, para este
momento el reggaeton ya no era una moda, ya era algo popular que sonaba en la
radio. Para el final de la carrera ya era un escucha frecuente del reggaeton,
pues le encontré un lado positivo, crea un buen ambiente para las fiestas y
cómo negar las bondades del perreo.
Lo
que quiero decir con este recuerdo, es que el reggaeton ha ido escalando y
modificando su sonido hasta enconarse como el nuevo pop, desbancando al pop
normal, y a la música electrónica que también tuvo su momento en la cima. El
género ha cambiado mucho desde El General hasta J Balvin, pasando por algunos
que lo satirizan como Calle 13 (de quiénes soy muy fan), y hoy, es difícil
saber qué esperar de un disco de reggaeton porque se ha vuelto un género
sumamente versátil y susceptible de diversas interpretaciones y colaboraciones.
Este nuevo disco de Maluma, es justamente eso de lo que hablo, un reggaeton muy
diferente al de Daddy Yankee, al de Tego Calderón, pero con cierta tendencia
hacia el reggaeton de exponentes como J Balvin.
Si
los raperos siempre cantan sobre cómo dominan el barrio, los reggaetoneros se
manejan mayormente en tres ejes temáticos, cómo se volvieron los reyes del
barrio que visten de Channel y son expertos en el arte de hacer el delicioso,
la mujer cabrona que desprecia hombres y consigue lo que quiere porque es una
tentación, y sus fracasos románticos, principalmente a causa de su falta de
riquezas materiales. Digo, es un poco incongruente que en una canción hablan de
sus millones y tres canciones después hablan de la mujer que no los quiere por
pobres, pero tampoco hay que ser exigentes, supongo que este tipo de producto
está diseñado para disfrutar más que pensar.
Temáticamente
el disco no se sale de la línea, en resumen se puede decir que tenemos a Maluma
rico, Maluma pobre, Maluma enamorado, Maluma rechazado, Maluma da taki taki
toda la noche (sea lo que sea), y así va todo el disco transitando
alternadamente entre estos estados. Pero repito, creo que la idea de este tipo
de música es disfrutar sin un sentido crítico activo, así que en este aspecto
no me pondré tan exigente, sería una necedad mía exigir mensajes
intelectualmente complejos de un personaje como Maluma.
Pasando
ya a la carnita del álbum, la música, no hay ideas nuevas pero por momentos se
siente un sonido fresco cuando le agregan arreglos o fusiones con otros géneros
latinos ajenos al reggaeton, como la guitarra que suena en 11 PM o la fusión de
reggaeton y salsa en Te Quiero, esos son momentos que siempre se agradecen en
este tipo de música. En general es difícil encontrar algo que destacar cuando
el disco es algo plano, casi siempre el mismo beat, la misma esencia, todo
hecho bajo la fórmula general del reggaetón, pero con unos toques muy sutiles
de música electrónica, hay dos pequeños detalles que me saltan, ambos son en
colaboraciones con otros exponentes del género, el primero es que la
colaboración con Ozuna me hace confirmar lo horrible que canta Ozuna, es fatal
y el segundo es en La Flaca canción ejecutada junto a Chencho de Plan B, ahí si
se siente el flow, las nalgas se te mueven solas, esa sí está para perrear
hasta que se queme el pantalón.
Las
chidas, fue difícil escoger entre canciones tan parecidas, esta vez escogí las
canciones que más disfrute en general para echar desmadre: 11 PM; HP; No Puedo
Olvidarte; Me Enamoré de Ti; Shhh (Calla’); Te Quiero; La Flaca; Déjale Saber.
O sea, unas honrosas ocho de dieciséis, logrando una calificación de 50, un
disco decente.
En
fin, evidentemente esperar que complejas composiciones musicales emanen del
reggaeton es una locura, esta es música para cantar, bailar, salir por unos
tragos, no es para darle orgasmos a tus oídos. El reggaeton seguirá creciendo,
muestra de ello es que cada vez más artistas ajenos se suman para reclamar su
pedazo del negocio, en este disco tuvimos a Madonna y Ty Dolla $ign y tendremos
cada vez más combinaciones buscando armar el próximo Despacito.
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y Compártelo, ¡BYE!
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