La Reseña: El Regreso de Jonas Brothers y su Happines Begins



Copyright Republic Records, 2019

La fórmula para una boyband exitosa se compone de un puñado de weyes guapos y sensuales capaces de vender cualquier cosa gracias a sus poderes para alborotar úteros y hacer temblar algunas próstata, a eso le agregamos canciones fáciles de digerir, principalmente dirigidas al amor, unos escritores y músicos profesionales, y listo, existen grandes probabilidades de lograr el éxito. Adicionalmente cada integrante deberá adoptar una personalidad única que complemente al grupo, el rudo, el lindo, etc. Y si pueden tener un objetivo o punto común que sea algo en tendencia, mucho mejor.

Hoy los Jonas Brothers navegan en el limbo de ser o no ser una boyband convencional, por un lado tratan de mostrarse como artistas mucho más maduros, superando sus reyertas familiares y creciendo personalmente; y por otro lado,  siguen gozando de la mayor ventaja de una boyband, vender discos por sus caras hermosas.

Con este contexto es que llega el disco del regreso de los Jonas, y si, es muy cierto que el sonido y estilo distan mucho de aquellos discos que dieron el éxito a la banda hace ya más de diez años. Lo importante será descubrir si este es nuevo paso adelante en sus facetas de músicos o solo es una reunión más de reencuentro de una boyband que busca revivir su éxito, porque seamos honestos, ninguno de los tres ha conseguido lo que en conjunto lograron.

Lo primero que se nota es el gran cambio en el estilo de su música, para este Happines Begins la banda, pasaron de hacer ese rock pop rosa adolescente a un estilo más electro pop de hombre bonito, como siguiendo el estilo de Jealous del propio Nick Jonas. Líricamente a mí me parece más de lo mismo que han hecho toda su carrera, no encuentro mucha profundidad en sus mensajes, pero tampoco espero que lo hagan, así que estoy en paz con ese apartado. Aunque para muchas de sus fanáticas el disco trata sobre sus disputas familiares y cómo es que las superaron y se convirtieron en mejores seres humanos, para mí es solo una cucharada de autoengaño porque las letras son tan ligeras y simples como siempre lo han sido.

De la música qué puedo decir, es claro que esa banda cursi y rosa que servía al imperio Disney ha quedado muy atrás, pero tampoco es que sean muy distintos ahora, es solo que hace diez años su mercado objetivo eran las niñas y pubertas, hoy sus fans han crecido y lo hicieron sin los Jonas, refugiándose en artistas como Justin Bieber, Shawn Mendes y demás. Así que los Jonas también tenían que crecer a la par de sus fans y entregar un producto que se adaptara mejor a los nuevos gustos y estilos musicales.

Podemos decir que este disco es más sintético que lo acostumbrado por la banda, pocos rastros quedan que los hermanos ejecutando alguna pieza con sus instrumentos, pero esto no es algo que achacarle a los Jonas, es simplemente la dirección que el pop está tomando, particularmente el mundo de las boyband liderado por BTS. De hecho ese podría ser un resumen (aunque algo simplista) de este trabajo, una mezcla de BTS sin rap, alguna baladilla tipo Love Yourself de Bieber y algo un poco más alegre tipo Feelings de Calvin Harris.

Las chidas: Sucker; Only Human; I Believe; Every Single Time; Don't Throw It Away; Strangers; Rollercoaster; Comeback. Esto es ocho de catorce, o sea, 5.14, más un 0.6 del subjetivo. Calificación: 5.74, es un disco decente, le falta para estar al nivel de discos lanzados este año como el de Billie Eilish por ejemplo, pero es lo justo para competir en la batalla de las boyband.

No me queda más que repetir lo de siempre, la mejor opinión es la tuya cuando lo escuchas, compártelo. Seamos felices y escuchemos siempre música nueva.



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