Rick Ross: Port Of Miami 2
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Rick Ross
Hip Hop
Epic Records & Sony Music Entertainment, 2019
Uno de los peces gordos del rap surgido a principios de milenio con una
de las voces más características de todo el género y un estilo bastante
peculiar, Rick Ross regresa para reclamar su lugar con Port Of Miami 2.
A decir verdad, escuchar los trabajos de Rick Ross suele ser una buena
experiencia, no solo por sus talentos artísticos personales, sino porque al
paso de los años, ha sabido conformar y rodearse de un equipo de producción que
se ha encargado de mantener vigente su música, que aunque no resulte ser la
propuesta artística más innovadora, está llena de beats que siempre suenan
frescos y vigentes, y eso es algo que en este mundo tan pendiente de las
tendencias se vuelve muy complicado.
Para este Port Of Miami 2 no esperemos grandes innovaciones o cambios en
la música de Rick Ross, lo que sí se puede esperar, como en cada uno de sus
trabajos es una impecable calidad de producción musical, aunque en este trabajo
por momentos la composición me pareció caótica, con exceso de sonidos que
chocaban entre sí, como Fascinated que de repente hay tanto ruido que para
muchos pudiera ser difícil apreciar la composición y por qué cada sonido está
donde está.
Pero pasando al contenido musical de este disco, se siente una buena
energía desde la apertura con Wale en Act To Fool, lo cual siempre será bien recibido en
cualquier disco de hip hop. De ahí en adelante, de forma general el disco
avanza bastante bien y constante, a lo largo de todo el disco se pueden
encontrar buenos ritmos, bien diseñados y ejecutados, ritmos que entrelazan hip
hop, un poco de soul, un poco de gospel, logrando buenas atmósferas.
Y como ya es parte habitual del hip hop, servir a la cultura de las
colaboraciones, solo tres canciones son en solitario por Rick Ross, así que
podemos escuchar una pasarela de artistas que como suele pasar en este tipo de
discos, poco aportan al producto final. Vale la pena destacar las
participaciones de Summer Walker en Summer Reign, quien aporta mucho con esa
colorida voz; también se puede hablar bien de la participación de Drake que
aunque parezca el rapero más soso del mundo, ha logrado consolidar un estilo
tanto vocal como musical, que siempre se hace presente en cualquier
colaboración que se encuentre.
Uno de los detalles que más aprecié de este trabajo musical, fue por un
lado la selección instrumental en tracks como Running The Streets, que se
desvía de lo que podríamos esperar del hip hop y lo adorna con nuevos estilos
que le dan mucha vida y color a la canción. También me gustó la producción
musical de Maybach Music VI donde participan John Legend y Lil’ Wayne, que por
primera vez Lil’ Wayne no me suena a basura y al track le hicieron unos
arreglos de guitarra con un estilo español que suena muy chulo.
La parte negativa de este disco es precisamente, como decía al
principio, el sonido y estilo de Rick Ross no han sufrido prácticamente ningún
cambio en ya casi quince años de carrera, lo que no lo hace malo, pero
desencaja totalmente que un tipo cante sobre su estilo de vida lujoso por tanto
tiempo, que incluso llega a parecer soberbio, manteniendo el mismo sonido de
hip hop al estilo Miami, toques más, toques menos, pero manteniendo la base
sonora del hip hop de club nocturno, como se escucha en el último disco de
Denzel Curry. Y a título personal, algo que me parece desagradable, aburrido y
fastidioso, es que en cada maldito track del maldito disco se escuche ese
maldito sello del productor con la voz de mujer “maybach music”, carajo, eres
el maldito Rick Ross, no necesitas andar marcando tus pistas para que sepan
quien las produjo.
Ya más relajado, los track destacados Rich Nigga Lifestyle que aporta un
ritmo con un poco más de cadencia, y sin duda es una de las partes diferentes
de este disco, que da variedad al trabajo final. Running The Streets se gana su
lugar por la adecuada selección instrumental que mezcla distintos estilos y ese
piano jazzy creo yo, le da mucho estilo. Y por último Gold Roses con Drake,
vale la pena por ver como Drake en un estilo más oscuro y quizá reflexivo se
apropia del track y le aporta un estilo tan típico del canadiense.
Port Of Miami: 5.7/10 un disco que no es basura, pero tampoco es mucho que presumir.
En fin, eso es todo por esta reseña ¿Qué opinas? ¿Es lo mejor o lo peor? ¿Basura o Joya? Escúchalo, compártelo y califícalo.
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